[mas de 400 caballos al año mueren en PR]
Como si no fuera suficiente el ver perros, gatos, lagartos, etc en las carreteras de PR y saber que a las autoridades no les importa... ahora nos anuncian que tambien se les practica 'eutanasia' a mas de 400 caballos al año en PR. El trato cruel va a continuar, nadie les puede imponer un limite a los criadores de pura sangre de cuantos caballos pueden tener, usar y luego 'botar' ... Este articulo me revienta! - mas que nada porque acabo de pasar el mes de abril trabajando con algunos animales en el hipodromo y hay que ver como los entrenadores y los dueños tratan a esos animales, ni que fueran maquinas, robots, esclavos... es bien triste el trato a los animales en la industria hipica.
anyway- aqui el articulo sacado de Univision.com
Pura sangre entre la vida y la muerte en Puerto Rico
16 de Mayo de 2008, 09:24am ET
CANOVANAS, Puerto Rico (AP) - Para los pura sangre de Puerto Rico, el ganar carreras o ferias y concursos es una cuestión de vida o muerte.
Los perdedores, con frecuencia son sacrificados.
Más de 400 ejemplares, muchos de ellos en perfecto estado de salud, son sacrificados con inyecciones letales todos los años en una clínica ubicada detrás del Hipódromo Camarero, según dijeron a la AP veterinarios.
A diferencia de lo que ocurre en otros países, donde los caballos que dejan de correr son usados para reproducir, en cabalgatas o enviados a refugios especiales, los animales tienen pocas opciones en Puerto Rico. Los propietarios dicen que mantener y alimentar un caballo de carrera que no rinde resulta demasiado costoso.
"Si no rinde dividendos, después de un tiempo lo regalo o lo sacrifico", expresó Arnoldo Maldonado, un ejecutivo de 60 años que inscribe caballos en carreras hípicas cinco veces por año. "Me molesta, pero es algo que hay que hacer porque no hay dinero para cubrir sus gastos. No pienso seguir perdiendo dinero".
Los sacrificios molestan a los veterinarios que los llevan a cabo.
Si bien muchos caballos no pueden ser adoptados porque tienen lesiones o son muy temperamentales, muchos más podrían ser rescatados. En la actualidad sobreviven unas pocas decenas, según José García, el jefe de los veterinarios del hipódromo.
Los veterinarios tienen métodos informales de contactar haciendas y criadores cuando llega a sus manos un caballo saludable que debe ser sacrificado. Pero no hay programas para rescatar los caballos que ya no pueden correr.
Incluso cuando aparece alguien interesado en quedarse con el caballo, los veterinarios dicen que los dueños de los animales insisten en que sean sacrificados, porque no quieren gastos o porque están resentidos con el animal porque no rindió lo que se esperaba y quieren vengarse.
"Hay algunos propietarios que se enojan tanto que quieren ver al animal muerto", dijo la veterinaria Shakyra Rosario, quien suele preguntar a los cuidadores si tienen espacio en sus establos porque no desea matar animales saludables.
Los establos del Hipódromo Camarero, el único de la isla, ubicado en el norte, albergan unos 1.300 caballos. En el hipódromo hay carreras cinco días a la semana, que generan 210 millones de dólares anuales en entradas y apuestas. La mayoría de los caballos son importados de Estados Unidos.
Los caballos que no ganan pasan a ser una carga para sus dueños en Puerto Rico. Los alimentos y el alquiler de establos cuestan unos 750 dólares mensuales.
Las haciendas que admiten caballos que ya no corren generalmente prefieren ejemplares de razas como la de Pasos Finos, cuyo mantenimiento no es tan costoso.
La salida más barata para los caballos que no producen dinero es sacrificarlos. La clínica que lo hace cobra unos 20 dólares por las sustancias químicas necesarias, según García.
El hipismo atrae a muchos inversionistas de pocos medios, como Maldonado, quien dedica la mayor parte de su tiempo a atender un puesto en un mercado callejero de la vecina Río Grande. García dijo que muchos adquieren más caballos de los que pueden mantener en la esperanza de que uno de ellos resulte un fuera de serie.
"Muchas veces la gente tiene suerte con un caballo, que les hace ganar un montón de dinero, y creen que lo mismo va a suceder con cualquier ejemplar", señaló. "Al final de cuentas un caballo es un recurso renovable y termina siendo tratado como materia prima".
"Si no rinde, uno se deshace de él. Es algo muy triste", acotó.
Los pura sangre generalmente empiezan a correr antes de cumplir los tres años. No permanecen activos mucho tiempo y, una vez concluida su carrera, pueden vivir hasta los 30 años, si no más.
Los veterinarios dicen que prefieren que un caballo sea sacrificado humanamente a que sea entregado o vendido a alguien que no está en condiciones de mantenerlo.
Algunos caballos terminan en la calle. La asociación Amigos de los Animales dice que varios ejemplares con marcas que indican que compitieron en carreras hípicas fueron encontrados demacrados, pastando a la vera de un camino junto con "chongos", como se le dice a los caballos débiles y ordinarios, que nadie quiere.
Lionel Muller, vicepresidente del hipódromo, dice que los propietarios generalmente apelan al sacrificio del animal como último recurso, si no logran ubicarlo en ningún lado.
"La mayoría de los propietarios quieren a los animales. Uno no desea ese final para un ejemplar", aseguró.
Berti Zequeira rescató a decenas de animales. Los entrena para que participen en competencias de saltos y luego los vende o los regala.
"Lo que hacen con los caballos no es humano", se lamentó.
Puede tomar años domesticar a un caballo. Pero los cuidadores aseguran que los pura sangre, incluso los más exaltados, pueden adaptarse a otros tipos de vida.
Un caballo, Divo, que tuvo que dejar de correr porque era muy temperamental, es ahora lo suficientemente manso como para que lo monte una niña de 12 años, Claudia Colón. Ambos ganaron varias competencias ecuestres.
Pero Divo tiene sus momentos en los que se transforma.
"De a ratos se vuelve medio loco", dijo Claudia.
La gran mayoría de los caballos no son tan afortunados.
"Lamentablemente, la industria hípica gira en torno a un producto prescindible", comentó Keith Dane, director de la división de protección equina de la Humane Society de los Estados Unidos. Esa organización quisiera que se ofreciesen otras alternativas a los caballos, "en lugar de ver cómo se deshacen de ellos".